jueves, 8 de marzo de 2012

Zamarra

Eleuterio lleva varios años de su vida sin saber que está enfermo. Apariencia de obeso con multitud de achaques, una de esas personas que les cuesta decirte una frase de tirón porque se ahoga con cada sílaba que pronuncia, color de piel blanco-azulado y labios morados.


Aparentemente su vida es normal (según él), pero desde hace unos días se encuentra más cansado de lo normal:


"-Antes salía a tomarme el vino de antes de comer y ahora me canso al llegar al bar"- me dice.


"¿Y está muy lejos el bar?"


"-Debajo de mi casa. Vivo en un primero"




Los datos analíticos muestran que vive con menos oxígeno que los peces del mar, pero sin embargo impresiona bastante "sano"; bromea conmigo mientras me cuenta todas sus cosas:


"-Yo lo que hecho de menos es decirle cosas bonitas a las "zamarras" cuaando pasan por la calle, ya no me hacen caso...pero por lo demás no me quejo"




Las enfermedades cuando se cronifican crean un estado "adaptativo" en muchas personas que hacen que con menos recursos se pueda vivir, a veces sobrevivir. Es el caso de Eleutrio, sus pulmones poco a poco han ido rindiendo peor, pero a su vez su cuerpo ha ido pidiendo menos. Sus reservas son justas, pero al menos por un tiempo va a tener fuelle para decirle a las chicas "¡¡¡Ay Zamarra!!!"




Que tengáis buen día, yo hoy vivo en el Hospital

No hay comentarios:

Publicar un comentario