martes, 27 de diciembre de 2011

Al mal tiempo buena cara

No todos los días tenemos ganas de reír, de bromas, de juegos...no siempre las cosas salen bien, no siempre es nuestro día, no siempre los astros se alinean para que las cosas nos vayan bien. Pero a pesar de ello el mundo gira y en algún momento las circunstancias nos devuelven el guiño.
El mundo no tiene por qué pagar nuestros malos días, ¿no créeis?
Os deseo a tod@s eso, felicidad. Y si no se tiene, intentar encontrarla.

Sed felices



domingo, 11 de diciembre de 2011

Silencio, se juega



Calles vacías y silencio un sábado noche en la ciudad. Demasiado silencio me atrevería a decir. Se escucha el viento acariciando las fachadas de los edificios, se oye el susurro de las hojas de los árboles mientras pasean por las aceras ahora vacías. Gotas caen desde una azotea, está lloviznando. Los pasos por la calle retumban más allá de mis oidos y por un momento todo parece vacío, pero a la vez muy agradable.

De repente se escucha un eco atronador que viene de todos lados y asusta incluso a algunos pajarillos que estaban revoloteando por la zona: GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLL!!!


Hay un Madrid- Barça, ya decía yo...



lunes, 5 de diciembre de 2011

En el trabajo


6:30, suena el despertador

1.- Te levantas y te sientes bien. Hoy vas a tener la suerte de dedicar parte de tu tiempo a algo que te gusta, que te apasiona.
2.- Entras al trabajo y ves que la gente te sonríe, que te responden el "buenos días" que les das. Las prisas son malas aliadas.
3.- Comienzas el día y ves que todo va saliendo con normalidad, todo fluye según lo esperado.
4.- Un sobresalto en el camino... superado. El residente es un fenómeno y lo resuelve sólo, siempre vigilado, claro :-)
5.- Hora de la comida... vaya! hoy he encontrado algo comestible en el menú ;-)
6.- Las cosas a veces no van tan bien y toca dar malas noticias... pero quien las recibe se siente agradecido por el trato, y te da dos besos y un abrazo (¡ella a ti!).
7.- Tomas un respiro y escuchas las anécdotas de los compañeros, los chistes, las bromas... como si de una familia se tratara.
8.- Toda la noche sin dormir. Acaba la guardia. Le doy el "busca" a mi compañero. Esa es la más bonita de las sensaciones!.
9.- Café con los compañeros para "celebrar" el fin del día.
10.- Vuelta a casa... o no, te piden que te quedes un rato más...

Mañana será otro día...

viernes, 2 de diciembre de 2011

Pintadas en los brazos...


Mis peques llevan ya más de la mitad de mi vida a mi lado desde que el mayor apareció casi por casualidad hace ya unos cuantos años. Todos tenemos a nuestros niños como los más guapos, los mejores, los más listos y los más capaces. Tendemos a disculpar sus defectos y obviar sus errores con una indulgencia casi divina. "Habrá sido sin querer..." "Él es muy listo, el siguiente lo hará mejor..." "Él? Imposible" jeje.
Supongo que son reacciones humanas y aunque ilógicas a veces propias de la evolución humana, de ese instinto de protección que hace que tengamos a los polluelos al abrigo hasta que sabemos que son capaces de volar por sí solos. También es una manera, de algún modo, de sentirnos jóvenes.
Ayer mi mito se destrozó. El mayor de mis polluelos apareció con dos letras enormes escritas en su brazo, y éstas se encontraban rodeadas por lo que parecía un corazón. Pero él... no, seguro que todavía no... serán cosas mías, es imposible...

Creo que me estoy haciendo mayor. Me queda la duda de saber quién es la "L" del brazo...

martes, 29 de noviembre de 2011

431


Un gramo no es nada. Es el peso de un clip, el de un billete, lo que pesa el capuchón de un bolígrafo. Es algo diminuto, despreciable, diría que casi imperciptible.
Pero un gramo es, en algún momento, lo que marca la diferencia. Es como el milímetro necesario para que dos gotas de agua acaben siendo una, la milésima que le otorga una medalla de oro al atleta o la centésima que te da la pole. Un gramo puede ser la fina línea del abismo que separa los latidos de un corazón del silencio.
431 gramos tampoco es gran cosa. Es menos de lo que pesa medio litro de agua, tres manzanas, muy parecido a lo que pesa una buena barra de pan. Pero también es mucho. 431 gramos es el peso con el que algunos niños nacen y es por tanto el peso más importante, la razón más valiosa y la motivación más profunda para luchar por alguien que acaba de venir al mundo.
Te queda un camino muy largo por delante. Espero que dentro de unos años, cuando peses cerca de 150 veces más de lo que lo haces hoy, sigas tan puro como en la foto que tus padres te han sacado.
Suerte, el camino inicial no va a ser fácil

jueves, 24 de noviembre de 2011

El llanto de Mario


Mario, 3 años. Moreno de ojos, piel y pelo. El brillo de su mirada enjugada en lágrimas me indica que no va a ser fácil...

"-Hola Mario, ¿qué te pasa?"
Mario inicia su estrategia. De sus ojos comienzan a emanar litros y litros de lágrimas de cocodrilo que caen sobre el hombro de su madre. Ella, impotente, comienza a llorar también.
"-¿Esto hay que hacérselo ahora? Es que mire cómo está, y yo no sé si puedo..." me dice su madre entre sollozos.
Mientras tanto Mario, que debe tener lógicamente a su madre en un pedestal, al ver que ella llora más que él intuye que ese señor que se hace llamar anestesista y va con un gorro de perritos no puede ser que sea de fiar, y seguro que le quiere hacer daño. La consecuencia es un aumento considerable de los gritos y llantos...
"-Mamaaaaaaaaaaaaaaaa -grita él- nooooooooo quierooooooooooo"
"-Hijo mio venga, si no te va a pasar nada...."
"-Que noooooooo" insiste él...

En ese momento una señora de unos sesenta años aparece en escena rodeada de un halo de misterio, y por qué no decirlo, de bastante carácter.

"-¿Pero esto qué es? Mario, te vas con ese señor ahora mismo al quirófano. Y sin llorar"
Mirada asesina a la madre... Todas las lágrimas y sollozos desaparecen de su cara de inmediato.
Un minuto después Mario se despide de mamá y de la abuela con una sonrisa en la cara y los muñecos de Trancas y Barrancas en las manos.

Su abuela, que asiste inicialmente imperturbable a la escena deja escapar una lágrima cuando Mario no la ve...
"-Va a ir todo bien? Me pregunta

Una abuela es experiencia, sensatez y consejo. Es un libro abierto, es un espejo. Pero ante todo una abuela es una abuela.

domingo, 20 de noviembre de 2011

La sonrisa de Alicia


La mayor parte de los días que voy caminando al centro me suelo encontrar con las mismas caras; supongo que es lo que tiene vivir en una ciudad pequeña.
Los que viven en ciudades más grandes me dicen que a ellos les pasa igual: se cruzan con las mismas personas en el metro, en el mercado, al salir de casa, al llevar a los niños al cole...
Esas personas que forman de algún modo parte de nuestro pequeño Universo diario tienen nombre y apellidos, familia y una vida e historias personales que en ocasiones explican por qué se cruzan todos los días en nuestro camino, o viceversa...
Una de esas personas, una de tantas con las que cruzamos miradas día a día sin más ánimo que alcanzar a ver lo que hay detrás de ese cuerpo , vino a quirófano hace unos días y me reconoció.
Alicia (desde hace unos días sé su nombre, aunque no es este) es la mujer que por las tardes está en la papelería del centro comercial. Alguien normal, alguien que pasa desapercibida. Pero alguien, a fin de cuentas.

"-Hola soy fulanito el Anestesista"
"-Te he reconocido nada más verte" me decía.
"-¿Sí...?"
"-Claro, tú eres el que va siempre caminando con el teléfono en la mano. Hijo mío desde luego no sé cómo no te chocas con la gente..."
"-Pues sí, ese debo ser yo..."
"- Yo soy Alicia, la de la Papelería" me contestó en un gesto de benevolencia y asumiendo que yo no sabía nada de ella.
"-Anda... claro. Perdona, es que suelo ir a mis cosas, llevo mucha prisa..."
"-Ya...pues mira que pasas a la tienda veces..."

Tras el sonrojo inicial y el sueño profundo pensé que la conversación bien merecía unos segundos de reflexión. La vida, la mía en concreto, va más rápida de lo que a veces podemos llegar a controlar, tanto que no disfrutamos de los detalles, de las personas, de las anécdotas. Vamos de un lado a otro sin tiempo, pensando en lo siguiente, sin detenernos a observar a veces ni lo que estamos haciendo porque los ojos ya están mirando a otra cosa, a veces haciendo invisible a la persona que tenemos delante mientras nos vende una revista y nos da el cambio con una sonrisa en la cara.
Si no nos detenemos y paladeamos estas cosas...¿qué nos queda?

Prometo aplicarme la lección.
Perdonad el existencialismo de hoy.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Dolor


Si nos paramos a pensar no soy capaz de hacerme a la idea del porcentaje de consultas hospitalarias que son debidas al dolor. De hecho, seguramente la mayoría de las visitas a urgencias se deban en esencia al dolor. Un dolor de cabeza (principal consulta médica), un dolor de pecho, un dolor abdominal, dolor al orinar, dolor de espalda, dolor al caminar, dolor de muelas, cólicos nefríticos, dolor por esguinces o fracturas... realmente si no nos doliera nada muchos de nosotros no consultaríamos por el problema que hay debajo.
Efectivamente el dolor es un sistema de alarma y una protección: un sistema de alarma porque nos avisa de que algo no va bien, y un sistema de protección porque nos invita a resolverlo y hace que protejamos la parte que nos duele para no empeorar los síntomas. Y es que "Una hora de dolor es un día sin vivir..."
El problema viene cuando el dolor excede con mucho lo esperado y, lo que es peor, cuando se cronifica una vez el problema se ha resuelto.
En los Hospitales las Unidades del Dolor comienzan a ser un elemento imprescindible para el tratamiento y seguimiento de aquellas personas que presentan dolores de muy difícil control, ya sea a través de tratamiento médico o mediante técnicas quirúrgicas. Normalmente son los servicios de anestesia los encargados de este área de la salud, y sin duda se trata de una subespecialidad muy compleja, tanto como los problemas que allí llegan.
En "casa" vamos a celebrar nuestra primera reunión del dolor la próxima semana (ver programa) con la finalidad de aprender un poco más y hacernos mejores en el abordaje de estos problemas.
Tiene buena pinta, ya os contaré qué tal...

martes, 8 de noviembre de 2011

Girasoles y Coliflores


Mis residentes son buenísimos. Lo sé lo sé, en parte es porque he acabado hace bien poco la residencia y además de ser compañeros muchos son buenos amigos. Y también sé que puede parecer muy subjetivo pero creedme que no lo digo por demagogia, son muy buenos.

- Algunos son como ninjas: silenciosos, limpios en el trabajo, y se van con el deber cumplido con el mismo sigilo con que llegaron. Serían como la princesa Leia de la Doctora Jomeini.
- Otros son como los buenos pintores: te quedas impresionado viendo lo que hacen y sobre todo cómo lo hacen, te muestran su técnica, su método y su pasión en todo momento. Muchas veces hacen obras de arte, otras tienes que quedarte mirando un rato y pedirle que te lo explique varias veces hasta que encuentras el significado de la obra.
- Otros son como adolescentes: impetuosos, emocionales, fuertes y con ganas de cambiar el mundo. Pero con poca experiencia. No obstante, de los nuevos puntos de vista se puede aprender mucho. No subestiméis a un adolescente...
- Otros son enciclopedias, estos no merecen más explicación.
- Otros, simplemente, cogen lo mejor de cada grupo.

Ayer una compañera me dijo que existen los residentes tipo "girasol" y los tipo "coliflor". Todavía no he conseguido definir a cada uno en detalle, pero me dio a entender que el residente girasol debe ser más completo que el coliflor...aun estoy en ello

En cualquier caso creo que los mios son todos girasoles. Y hay que ver lo que me están haciendo estudiar!

Buena semana a todos

domingo, 23 de octubre de 2011

La necesidad



El quirófano 4 es el lugar de peregrinación de las urgencias quirúrgicas en el universo particular en que vivo. Por tanto, muchas de las historias más divertidas, emotivas, tristes o filosóficas se entrelazan en esas cuatro paredes.

Muchas son las razones que motivan a veces la "peregrinación" hasta aquí, casi tantas como personas llegan. Pero ciertamente ayer me pasó algo nuevo.


Hombre de 48 años. Acude "al 4" a tratarse una fractura en un dedo.
"-Buenos días -le dije- a ver ese dedo...no parece mucho"
"Ya, -me contesta con una sonrisa- dejármelo bien"
"Se hará lo que se pueda..."
La operación comienza y me fijo en que nunca pierde la sonrisa de la cara. No veo dolor, sufrimiento ni preocupación. El dedo es lo que menos le importa en el mundo.
"-¿Estás bien? -le pregunto. Te veo muy tranquilo"
"-Estoy fenomenal. Que todos los problemas sean esto"
"-¿Cómo te lo has hecho?"
"(No recuerdo exactamente sus palabras, pero esto vale)-Vais a pensar que soy un poco tonto...ayer discutí con mi pareja. La verdad es que estuve dándole vueltas toda la noche. Una de esas discusiones que no llevan a ningún sitio, y además fue culpa mía. Muy tonto. Decidí pedirle disculpas, pero he querido hacerlo de una manera especial. Así que me pasé buena parte de la noche haciendo un cartel enorme en una sábana que ponía TE QUIERO"
"-Y...¿cómo has acabado aquí?"
"-Esta mañana cuando se ha levantado de la cama ha abierto la puerta de la habitación y yo, que estaba todavía colgando la sábana, me he desequilibrado y me he ido al suelo. Y aquí estoy!"
"-Vaya...espero que haya servido para algo"
"-Claro, le ha encantado"


Hoy he descubierto un nuevo motivo para entrar a quirófano: la necesidad de ver a otra persona feliz.
No veo razones mucho mejores que esta.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Mi ciudad


Decir que tu ciudad o tu pueblo es el mejor del mundo puede entenderse como un acto de patriotismo a veces excesivo. Que un amigo que viene a las fiestas lo diga entra dentro de lo posible. Que una persona que no es de aquí le muestre tanto cariño a esta ciudad merece que le dedique unas líneas en mi blog.

De mi ciudad dicen que es el lugar en el que lloras dos veces: El día en que sabes que vienes a vivir, y el día en que sabes que te tienes que marchar...

No conozco a su autor, pero gracias


"Dicen que para amar algo hay que conocerlo. Y no conozco lugar en el que tal expresión cobre mayor sentido que Albacete. Aquélla ciudad –les habla un alcoyano- es, aún no he logrado entender por qué, objeto de chanzas y rimas más o menos ordinarias y que todos conocemos. Suele reivindicarse incluso como ejemplo de españolidad acomplejada, profunda, atrasada, normalmente en contraposición con las virtudes o méritos extranjeros o de otras ciudades españolas más europeas. De Albacete tan sólo se esperan quesos y cuchillos. Topicazos propios de una ignorancia sin lagunas.

Está en medio de ninguna parte”, me dicen a menudo, como si entre Madrid y las costas no hubiera vida inteligente ni casa en pie. Y yo digo que está cerca de todo. A dos horas del mar, a dos horas de la capital, nudo estratégico de comunicaciones.

En todas las competiciones deportivas hay un equipo revelación, un conjunto al que nadie espera porque nadie conoce; pues bien, de existir una suerte de torneo de ciudades no me cabe duda que Albacete sería la gran sorpresa, precisamente por haber sido durante demasiado tiempo la gran desconocida. Probablemente no pueda ofrecer espléndidos monumentos, vestigios romanos o catedrales que inspiren novelas. Probablemente, ¿y qué? Conozco pocos forasteros que bajen del autobús buscando desesperadamente las ruinas íberas o el museo de turno. Por lo general, cuando se visita una iglesia ocurre como en las bodas, la mitad se queda en el bar de enfrente. Así las cosas, pareciera que la Catedral de San Juan Bautista se construyera para callar bocas, pues hace menos de un siglo que se concluyó. De modo que el turista de guía en mano y riñonera que se empeña en martirizar a sus amigos con fotos de viajes también tendrá la oportunidad de hacerlo con postales de la ciudad. Amén de la citada Catedral, tiene el Museo de la cuchillería (éste también pareciera hecho ad hoc: ¿no esperan cuchillos? Que se jarten), el nuevo Ayuntamiento, la emblemática Posada del Rosario, o una plaza de toros con toros -que hoy en día ya es mérito-, réplica en miniatura de Las Ventas y que atrae magníficos carteles durante la Feria. Mención aparte merece el Parque Abelardo Sánchez, pulmón verde de la ciudad y seguro que, en proporción, de los mayores de España. De modo que si a nuestro turista afanoso –alampao por mejor decir- aún le queda batería en la cámara podría echar una ojeada a la interesante oferta comercial, Pasaje Lodares, calle ancha hasta el Altozano. Allí que se siente de una vez, y si lo hace frente al Gran Hotel que le tire un par de fotos y marche a llenar el buche. Al Callejón, a Nuestro Bar, al vuestro o al de más allá, es igual, comerá de fábula. Y aunque no es cocina manchega, alguien me enseñó que Il Forno es otra opción a considerar. Que el amigo elija a ojos cerrados: difícilmente se equivocará.

Albacete es ciudad limpia –como suelen serlo las de interior-, cívica-¡los jardines conservan las flores!- y ordenada, muy alejada del catastrófico urbanismo costero. Albacete es emprendedora, sencilla, comercial, de sobriedad castellana y vitalidad manchega. Genuina como pocas pero sin el divismo que caracteriza a otras capitales españolas. Albacete es grande aún teniendo el tamaño ideal.

La Feria, la más divertida de cuantas se celebran en España –y un servidor conoce unas cuantas-, es ejemplo evidente, concentrado en diez días, de las virtudes que adornan la ciudad. Desde el mismo recinto ferial, bautizado la sartén –quizá porque, como dice Joaquín Reyes, la gente se fríe ahí dentro-, hasta el momento vespertino de sidra y miguelitos, pasando por las tómbolas, las luces, las norias, el bullicio, los maniquíes pisando uva, los mejillones gigantes de exrealba, las hamburguesas de los montes del Tirol de Uranga, el Ateneo, los mojitos,pero sobre todo –y en realidad es éste y no otro el motivo que inspira estas letras- sus gentes, su capital humano que dirían hoy los cursis del idioma.

El albaceteño –y este masculino actúa de genérico, últimamente parece que hay que recordarlo- es hospitalario, amable, alegre, sencillo, espontáneo, y con una retranca y un ingenio que ahora, por fin, es conocido en el resto de España. Yo lo dije cuando aún no había ni Hora Chanante, ni Muchachada Nui, ni Tío la Vara, ni Goyo Jiménez: El ingenio creativo, la agudeza, la chispa que hay aquí no la hay en ningún otro sitio”. Es verdad, prometo que lo dije. Saturados del humor andaluz, a mi entender sobreactuado y cargante, que pivota en torno a la exageración permanente, el humor manchego toma el relevo y supone una bocanada de aire fresco. De Tarifa a Santander y de Alicante a Lugo se habla de asobine, de tollinas, o de guacheras,queexpresiones haya cascoporro y en todos sitios las hemos hecho nuestras.

Un lugar de gente alegre, que sonríe, abierta, y extrovertida, un lugar que conserva la ingenuidad de la mujer bonita que actúa como si no lo supiera.


Albacete, me gusta tu sonrisa."


De Rafael Nuñez Huesca. Gracias

jueves, 13 de octubre de 2011

El pasillo sucio


Todos los hospitales tienen -o al menos deberían tener- un pasillo por donde se saca toda la suciedad que se genera en un quirófano, donde se prepara el equipo de limpieza y donde, a veces, la vida social es más intensa que en Twitter o Facebook. En muchas ocasiones ese pasillo sirve para localizar al compañero que está en quirófano y transmitirle desde la distancia información acerca de algún caso, para después seguir cada uno con su actividad.

Sonido de pisadas en el pasillo "sucio" de quirófano. Ni siquiera me molesto en mirar; es de madrugada y acabamos de finalizar una cirugía larga. Al trasladar al enfermo a la sala de recuperación me doy cuenta de que me he dejado un libro en el quirófano y me dirijo a por él. Alzo la mirada. Al otro lado de la puerta que lleva al pasillo "de sucio" aparece un señor de edad avanzada que camina de izquierda a derecha, sin detenerse, pero mirándome fijamente.
-Buenas noches, le digo.
Me regala una sonrisa por respuesta.
No pienso más en ello...un momento... ¿qué hace un señor mayor, en ropa de calle, a las 6 de la mañana, por el pasillo de sucio del quirófano? No me cuadra.
Me asomo al pasillo con mi libro en las manos. Vacío y silencio...ni limpieza, ni compañeros, ni siquiera suciedad: nada.
Volviendo a la sala de recuperación se respira calma mientras todos buscan, casi con la salida del Sol, un lugar donde cerrar los ojos por un rato tras una noche larga.

El sueño te juega unas malas pasadas...

domingo, 2 de octubre de 2011

Cuentos, niños y deseos


Había una vez un niño que vivía buena parte del tiempo en una casa especial, un sitio donde siempre había alguien despierto, donde cada día conocía a alguien diferente. Una casa donde a veces iban los profesores a darle clase, donde la comida no le gustaba, donde él siempre estaba y el resto iba y venía.
Esa casa no era la suya, pero pasaba temporadas tan largas allí que había acabado haciendo propia la habitación y la había llenado de juguetes, cuentos y películas de dibujos animados. Había acabado por aprenderse el nombre de todos los que por allí pasaban, y todos lo conocían a él.
En ese lugar había perdido algo de peso, y el color de su piel se había aclarado; su pelo iba y venía como por arte de magia. Toda su preocupación allí era ser un niño normal y vivir, sobre todo vivir. En esa casa pidió un deseo cuando sopló las velas de su cumpleaños...
Con esa sonrisa que mostró hace tiempo a su entrada se ha marchado a su verdadero hogar para, con suerte, no volver más. Hoy le han devuelto todas sus sonrisas diarias con lágrimas de alegría; han intercambiado todos los paseos con un gotero al lado por un regalo bajo el brazo. Hoy la despedida tierna de sus padres se ha convertido en un abrazo de ánimo que sabe a victoria.
Espero no verte más por aquí y, si vienes, que sea a saludar. Deseo cumplido.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Hasta siempre


No me gustan las historias tristes...

Hoy sobraban las palabras. Tres personas se acercaban a aquella cama fría, cercana, pero a la vez tan distante, donde se encontraba la esposa y madre de sus vidas.
La procesión se acercaba al compás que marcaban las lágrimas que caían al suelo. La lucha corta pero intensa llegaba a su fin, y ellos lo sabían.
Sus tiernos 13 años no le han tapado la visión de lo que es perder a su madre, ni los 15 de su hermano han podido consolar a ninguno de los dos. Ni siquiera su padre ha sido capaz; estoico, duro, pero a la vez terriblemente comprensivo y afectuoso. Esos comportamientos que son tan difíciles de ver en tiempos de dificultad y que sólo los íntegros y buenos mantienen hasta el final.
Mientras sonaban las alarmas, mientras se escuchaba a algún paciente decir algo...se hacía el silencio a su alrededor. En ese momento nada importa más en el mundo que el eco sin sonido de la sala.
Nos despedimos con un tierno abrazo y unos ojos enrojecidos tras alguna pared. Todo parece llegar a su fin. Todo parece empezar.

Ánimo, y suerte a los tres.

domingo, 25 de septiembre de 2011

El tatuaje


Poner una epidural para ofrecer analgesia en el parto no es un asunto tan trivial como se puede pensar; tiene sus indicaciones, sus complicaciones y sus riesgos.
Un "problema" con el que cada vez nos encontramos más es con la presencia de tatuajes en la zona de punción, y las futuras mamás a veces no teminan de entenderlo.

...Dos alas de un ángel cogidas por el centro por una cabeza de Unicornio se apoderan de las lumbares de nuestra mamá...
"Entonces no me quieres poner la epidural"
"No, mire, es que el tatuaje está justo donde debemos pinchar"
"Yo firmo lo que sea, pero póngala"

La tinta que se emplea para realizar un tatuaje posee cierto efecto neurotóxico, esto es, resulta perjudicial o incluso nocivo para los nervios. Al puncionar el espacio epidural corremos el riesgo de colocar parte de ese pigmento alrededor de alguna raíz nerviosa, y dañarla. Esto muy posiblemente no tenga relevancia, pero puede causar desde un dolor permanente hasta una impotencia o debilidad en la madre. Eso sí, esto es bastante raro.
Por otro lado, aunque todavía no hay datos que muestren consistencia, parece que se ha relacionado también con el desarrollo de tumores espinales. Es, por tanto, una técnica que puede someter a riesgos excesivos a una persona, por otro lado sana.

"Mire, es que no es tan fácil. La epidural en su caso tiene sus riesgos"
"Yo así no puedo parir. Que me hagan la cesárea"

Ay madre...

lunes, 19 de septiembre de 2011

El regalo


Como cada mañana se ha levantado a prepararle el desayuno a su marido. No tendría por qué, pero es ese detalle que el cariño y la rutina de una relación de años da a la pareja. "No se ha acordado" debió pensar, cuando al marcharse se dejó la felicitación en algún punto de su mente, sin sacarla. Con la tranquilidad y el cariño que da el tiempo y el conocerse bien seguro que le perdonó.
Los niños... arriba con ellos. Hoy toca cole. Y el desayuno...
Esta mañana tiene muchas cosas que hacer y debe realizarlas pronto; tiene cita a las once como cada dos días, y sabe que no puede faltar.
El teléfono suena en casa, insistente, con una monotonía que no desvela ni de lejos lo que se esconde detrás de la línea...
Todo sucede muy rápido, es demasiada información a la vez, demasiadas emociones, demasiada carga incluso para alguien que vive pendiente de esa llamada. Su mente se sumerge en un sueño que luego la anestesia en el quirófano se encarga de prolongar un poco más.
"Abre los ojos -dice su marido- ya tienes tu regalo de cumpleaños"

Brillo en la mirada, lágrimas en los ojos, una cicatriz en su abdomen de una herida que no puede doler. Una vida nueva...
Felicidades, espero que ese riñón que ha llegado en forma de regalo te dé años de buenos momentos.

viernes, 16 de septiembre de 2011

De decisiones, errores y vida...


No sé cuántas veces he podido equivocarme a lo largo de mi vida: decisiones mal tomadas pensando que eran lo mejor, decisiones erróneas sabiendo que lo eran, decisiones buenas pero mal enfocadas desde el principio.
Muchas de ellas se convierten en pequeños obstáculos que se acaban sorteando y no les prestas más atención; otras, sin embargo, te hacen parar en seco en tu camino y, a veces, te hacen volver atrás para buscar uno diferente. A veces encuentras la senda, otras no... en ocasiones el camino se te corta para siempre, y descubres que era el tuyo, el que nunca debiste coger mal.
Cuando das un paso atrás es mejor analizar qué pasó y después, con las ideas claras, coger impulso y seguir con más fuerza que antes. Detenerse a veces sirve para ir más rápido, y mejor.
Espero no haberme perdido al interpretar mi mapa, y poder retomar la marcha por el camino que creo que es el mejor.
Que todos encontréis el vuestro.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Mírale la cara


Una de las cosas que más me gustan de mi trabajo son los "juguetes": los anestesiólogos disponemos de una gran cantidad de dispositivos para poder realizar procedimientos en condiciones más controladas, y también para poder ofrecer mejores cuidados a los enfermos críticos.
No es infrecuente encontrar en un quirófano o en una sala de reanimación un paciente literalmente rodeado de pantallas, bombas, monitores... cada uno descubriendo un secreto, una pista que nos indica si lo estamos haciendo bien.
Hace ya un tiempo tuvimos uno de esos enfermos. Una mujer de mediana edad llevaba varios días ingresada después de una cirugía complicada. Su "box" era lo más parecido a una tienda de electrónica, lleno de monitores, alarmas, luces....
Los días fueron pasando y los aparatos de medida se iban poniendo de acuerdo en que todo iba bien. Entonces planteé a mi adjunto si ese era el momento ideal para trasladarla a una habitación con su familia.
"-Mírala a la cara -me dijo- todavía no".
Llevaba razón. Las pruebas decían que iba mejor, pero su cara blanquecina y sus labios afilados decía que aun le faltaba tiempo y cuidados...
Pasados un par de días, mientras caminábamos por la unidad, se paró en seco y dirigiendo la mirada hacia ella me dijo "Hoy sí, ¿lo ves?".
Siendo objetivos estaba todo igual: los monitores y las analíticas decían lo mismo que los días anteriores, pero ella estaba comiendo y sonriente mientras su hija le enseñaba lo que creí identificar como maquillaje.
Las pruebas decían lo mismo, pero todo había cambiado.

A veces es fácil olvidar que disponemos de muchas herramientas para nuestro trabajo, pero no dejan de ser eso, una ayuda, no un fin en sí mismas. Gran lección que espero no olvidar.

domingo, 11 de septiembre de 2011

"Echar la anestesia"


"-Oiga, ¿qué anestesia le va a poner a mi marido? La última vez le costó mucho echarla".

Que a alguien le cueste "echar la anestesia" es una frase hecha que solemos escuchar muy a menudo. Pero, ¿a qué nos referimos al decirlo?

Normalmente con ese término se suele hacer referencia a un malestar general tras una intervención, caracterizado principalmente por sensación nauseosa con vómitos en ocasiones, y retención urinaria. También puede guardar relación con mareos, vértigos y debilidad. Con el paso de las horas los pacientes experimentan mejoría gradual de los síntomas, quedando en ocasiones una sensación desagradable.

Buena parte de estos síntomas son causados por la propia medicación empleada durante la intervención, sobre todo los opioiodes usados para tratar el dolor. La línea que divide la ausencia de dolor gracias a la medicación y el malestar por exceso es muy fina, y los anestesistas tendemos a preferir ser enérgicos para frenar el dolor, aunque cueste cierta sensación desagradable. En definitiva, que en parte es debida al intento de que no haya dolor.

Pero no sólo es eso. La propia cirugía es el estímulo más poderoso para que un paciente se sienta "regular" durante unas horas. Esto ocurre fundamentalmente en las cirugías abdominales, en las de oído y ginecológicas. La cirugía somete al cuerpo a un estímulo muy estresante que altera casi por completo el equilibrio corporal. Es, por decirlo de algún modo, como pasar una enfermedad muy intensa en muy poco tiempo. Según el cuerpo va recuperándose de la agresión va entrando en la normalidad.

Los vómitos en este caso suelen ser por la falta de movilidad intestinal, pero no guardan relación directa con la anestesia. De hecho se insiste mucho en las ayunas antes de la cirugía; porque, si no damos ninguna medicación de forma oral, ¿qué anestesia habría que "echar"?

Espero que la anestesia, si os hace falta, os siente bien

jueves, 8 de septiembre de 2011

Héroe


Cuatro de la mañana, suena el busca...
Tumbado en la mesa se encuentra él. Tendrá unos veinte años. Perfil griego, aspecto fuerte. Duerme plácidamente, o al menos eso parece. El color rojo vivo de su piel y la máscara de oxígeno delatan su origen. Se pondrá bien.
Me preocupa más su acompañante. De unos cuarenta años de edad, su aspecto es más débil, aunque el perímetro de su abdomen delata felicidad. Su pelo es canoso, pero seguramente menos de lo que aparenta por las trazas de ceniza que inunda su cara. Mirada perdida, ojos turquesa que miran al infinito. Su brazo izquierdo sostiene lo que parece ser su mano derecha.
"¿Le duele mucho?" Pregunto.
No contesta.
"Vamos a tener que pasarlo a quirófano, esa herida hay que curarla en profundidad"
Asiente, nada más.
"¿Se encuentra bien? Venga, se va a recuperar, y su familiar también"
"No es mi familiar. No lo conozco"
Silencio en la sala.
"Pasaba por allí."

Transcurrieron sólo unas horas en quirófano, aunque las secuelas durarán toda la vida. Pero nadie podrá quitarle la grandeza de lo que hizo. Nunca se le podrá agradecer lo suficiente el acto tan desinteresado que llevó a cabo. En los tiempos que corren la gente no se juega su integridad por el desinterés, por ser humano. La gente no pone "la mano en el fuego" de forma literal para evitar que otro lo haga. La gente no se juega el físico por salvar de un accidente a otro.
Y sin embargo, él lo hizo.

Seguro que el destino te tiene algo grande reservado. Gran persona y héroe anónimo.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Gracias


Caminos cruzados.
El destino a veces traza un punto de unión entre dos líneas aparentemente divergentes, se encarga de cruzar tu vida totalmente inconexa con la de otra persona. El destino a veces hace que toda la mala suerte que alguien puede tener se equilibre con toda la buena que otra persona ese día le cede, como el mayor de los regalos.
Hace unas semanas tuvimos uno de esos días en el trabajo. Un paciente, un sangrado oculto, una cirugía "exploratoria" en busca del origen.
Todo bien...todo mal...
Todo empieza a fallar finalizando la intervención, todas las alarmas de los monitores suenan sin cesar, algo está mal. Mirada de complicidad entre los cirujanos mientras un borboteo rojo rezuma por las gomas del aspirador. Han encontrado el punto, y es más grande de lo que ninguno de allí nos imaginábamos.
El pulso se va, el latido se va, él se va... se ha ido.
No se ha ido. Todos los esfuerzos por reanimarle dan sus frutos unos minutos después y cuando todo estaba perdido, todo se ganó, como esa bola de la ruleta que en el último momento se aloja en tu casilla.
7 horas de intervención y muchos días de ingreso después está a punto de volver a casa.
...a veces ese punto entre dos líneas sirve como apoyo para que una de las líneas prolongue su camino, y él ha querido darnos las gracias hoy por ello.
Hacer tu trabajo, y hacerlo bien, es una obligación, pero a veces reconforta que te animen a seguir haciéndolo.

Gracias a ti

martes, 23 de agosto de 2011

Latidos


No siempre las cosas salen bien...

...dos personas, pero a la vez son la misma. Un cuerda de vida las une desde hace meses, a la espera de que el tiempo decida el momento de separarlos en cuerpo, que no en alma.
Un día tranquilo, soleado, un momento de risas y paz. Un segundo separa la felicidad de la angustia, el segundo que hace falta para que un fuerte golpe ponga en peligro todo lo que hace que sean una misma persona, el segundo necesario que puede hacer que se separen para siempre...
Los huesos rotos en ella son lo que menos le duele, la debilidad la hace la más fuerte: sabe que debe resistir y luchar por dos. Es muy pronto para traerla al mundo, y muy mal momento para una operación que, por otro lado, es vital. La decisión está tomada, los riesgos hay que asumirlos.
Horas después ella se encuentra bien, los miedos iniciales se han reducido exactamente a la mitad, los que están concentrados en que la persona que se encuentra al otro lado del cordón sea tan fuerte como su madre.
La sonda del ecógrafo busca señales de esperanza para todos, busca la respuesta a la duda.
...y suena, vuelve a sonar, una y otra vez. Los latidos se oyen fuertes, con ritmo, como un tam tam informando desde el otro lado que hay vida, que nadie se rinda...

...no siempre las cosas salen bien, pero en esta ocasión sí.

jueves, 18 de agosto de 2011

Cuando estás al otro lado...


No hace muchos años, unas semanas antes de iniciar mi especialidad MIR, pasé las semanas previas a empezar el trabajo estudiando, temeroso de hacerlo mal y de poner en peligro algo más que un simple expediente.
Según fueron pasando los años de residencia fui teniendo la misma sensación una y otra vez y, cuanto más me preparaba, mayor era ese miedo y la sensación de ignorancia. No obstante me alegro, pues posiblemente sea una señal de inquietud, de motivación y de ganas de hacerlo bien.

...no hace muchas semanas, con la residencia acabada, si cabe todos esos pensamientos se acentuaron mucho más al pasar de un día a otro a ser el máximo responsable de los actos de uno mismo y, lo que es peor, tener la obligación y el deber de ser el apoyo de aquellos que ahora están justo donde yo me encontraba no hace tanto.
Pienso que por más que pase el tiempo ese pálpito no va a cambiar, y siempre habrá un motivo para querer hacer las cosas mejor, siempre habrá un estímulo positivo cerca; y si no, habrá que buscarlo.

Imagino que esta misma sensación podemos extrapolarla a todos los aspectos de la vida: el hijo que se convierte en padre, el aprendiz que se convierte en maestro, el hermano pequeño que pasa a ser el mayor, el pasajero que se torna conductor. Las dudas siempre estarán ahí, tus actos y los de aquellos que aprenden de ti a su vez están marcados por la gente que te enseñó; tus dudas son las de tus mayores, serán las de tus menores. Tus miedos son el espejo de los de otras personas y serán el reflejo que otros busquen. Ser positivo, inquieto y buscar la superación personal predispondrá en el futuro a los demás.

Supongo que estas cosas se ven sólo cuando te encuentras en el otro lado...

viernes, 12 de agosto de 2011

La carta de despedida




"Fueron tus ojos. No, fue tu mirada. Tu mirada fue la que me enamoró desde el momento en que absorbiste mi alma a su través. El sonido de la lluvia en la noche en que nos conocimos no hizo sino dar un toque más íntimo y mágico a aquel momento. La piel mojada, el vello erizado, los movimientos trémulos de tu cuerpo por el frío me dieron la oportunidad que quizás nunca habría tenido contigo; el momento en que mi chaqueta se depositó en tus hombros sentí todo aquello que siempre esperé y nunca logré. Tu sonrisa clavada en mi retina me lo decía todo. Supe que sería para siempre...


...Hoy hace 25 años y un poco de aquello, los 25 más maravillosos de mi vida, un camino juntos que hoy el destino pone a prueba, pero espero que por unas horas, como un paréntesis, una coma en el texto para tomar aire y seguir la carrera...


...todo irá bien, y si algo falla no te preocupes en exceso porque tienes un mundo de felicidad a tu alrededor que se ocupará de que no te falte aquello que hoy puedes perder: los niños, tan grandes, tus padres, que ahí seguirán, tu hermana que no te deja, incluso el perro vive pendiente de ti... te haces querer...

Si me voy, jamás me iré; si falto, nunca me ausentaré; si dejo de respirar, mi aliento te susurrará al oido; si mi corazón deja de latir, será porque me lo has terminado de robar.

Te quiero y siempre lo haré. Nos vemos en un rato."



Se trata de un resumen de una carta muy emotiva que un enfermo le dedicaba a su mujer minutos antes de visitar el quirófano hace unos días. El trato era dársela si algo fallaba. Por fortuna no hizo falta y se la devolví a su dueño horas después. Pero en mi visita hoy ella la llevaba en la mano. Resulta muy reconfortante el agradecimiento al trabajo bien hecho, pero que alguien desee compartir algo tan personal no tiene precio.

Que os vaya bien más allá del paréntesis...

Felicidad interior bruta



Butan es un pequeño país rodeado de montañas en la cordillera del Himalaya, entre la India y China.

De tradiciones profundamente arraigadas y siguiendo las doctrinas budistas, Butan es una región donde el desarrollo no va ligado de forma exclusiva a la expansión económica, sino que debe mantener un equilibrio con la protección ambiental y la propia expansión personal de sus habitantes.

De este modo surgió el concepto de Felicidad Interior Bruta, acuñado en los años 70, y que define el desarrollo global de la región. De muy difícil medición por la necesidad de objetivar aspectos subjetivos como el bienestar y la felicidad con otros como el desarrollo económico, es una marca de identidad del país. Si se percibe un descenso de la FIB el Gobierno debe poner las medidas necesarias para elevarla; de este modo, en el país se invierte en medidas que incrementan el bienestar, como construir carreteras, facilitar tierras para cultivos a toda la población o asegurarse de que no existe ningún ciudadano que pase hambre, pero también comprar derechos televisivos para eventos deportivos, entre otros. Y todo, con una renta per cápita inferior a los 600 dólares. Con este planteamiento Butan es considerado uno de los países más felices del mundo.

Es una idea curiosa, y al menos atractiva en el planteamiento.
Que seáis felices :-)

domingo, 7 de agosto de 2011

La frase del día (3)


"El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad en disfrutar lo que se obtiene"

Ralph Waldo Emerson
(Escritor, filósofo y poeta)


Tan importante es llegar a la meta como saborear la victoria. Feliz semana a todos.

jueves, 4 de agosto de 2011

Infoxicación



Que duda cabe que internet ha cambiado nuestras vidas. Yo mismo, no me imaginaba escribiendo un post en un blog ni siquiera hace 3 meses. La información es valiosa, es un privilegio por el que algunos han luchado y otros disfrutamos, pero también es un arma de doble filo. La información hay que saber usarla, y saber disponer de ella.
Recientemente he leído en algún trabajo en la prensa algo que ya venía sospechando desde hace un tiempo, y es la pasividad de la mente con el acceso fácil a la información. Algunos lo denominan "infoxicación" una montaña de información en ocasiones innecesaria que inunda nuestra memoria y que hace que nuestro cerebro se llene de datos banales, superfluos, que desplazan otros conocimientos (por así decirlo) de nuestra memoria. Al parecer esta cantidad de datos disponibles, y la facilidad de acceder a ellos, están afectando a nuestra memoria, pues nos resulta más cómodo buscar algo que tenemos en la punta de la lengua que dedicar 1 minuto a recordarlo. Este hecho debilita nuestras conexiones neuronales y afecta a nuestra capacidad de aprendizaje y a nuestra memoria a corto y largo plazo. Es decir, dificulta generar nuevos recuerdos.
No parece un ejercicio difícil, pero os invito, en la era de google, whatsApp y wikipedia a que dediquéis unos segundos a recordar algo que sabéis que está escondido en algún lugar de vuestro cerebro antes de que la red lo haga por vosotros.
Time is Brain...


martes, 2 de agosto de 2011

Pide tres deseos...


"-Pide tres deseos antes de irnos"
"-¿Tres?"
"-Tres, pero piénsalos bien, vale?"
"-Vale. Quiero que acabéis pronto"
"-Creo que eso te lo puedo conceder. Venga, otro"
"-A ver... quiero una camiseta de Messi"
"-... ¿seguro que la quieres del Barsa? Bueno, haré lo que se pueda..." "Venga, uno más"
"-Quiero ver a mis padres"
"-Eso, por fortuna, te prometo que va a pasar"

Cuando el protagonista salió de quirófano, bastante rápido, no tenía una camiseta de Messi esperando, pero sí unos padres con el corazón en un puño después del choque mientras viajaban en familia.
"-Le debéis una camiseta de Messi, se ha portado muy bien"
"-Lo que quiera" respondió su madre, dejando caer una gota salada por su mejilla que zigzagueaba a través de su mueca de felicidad y alivio.

Final Feliz. Cuidado al volante

lunes, 1 de agosto de 2011

Agudizando el ingenio en tiempos de crisis

Pues eso, que en los malos momentos, y la gente se empeña en que estos lo sean, hay que intentar darle un revés al propio contratiempo y hacer un guiño al optimismo.

La crisis no me va a dejar sin pulpo de vez en cuando...


sábado, 30 de julio de 2011

Sentirse valorado



Qué importante es sentirnos útiles en el día a día.


Vivimos en una sociedad caracterizada, entre otras muchas cosas, por una elevada exigencia.

Estamos obligados a alcanzar la perfección en muchos aspectos; un fallo en nuestro trabajo puede tener consecuencias muy desagradables también para nosotros mismos. Desde el colegio se nos penaliza no sólo por malos comportamientos, sino también por el descuido, el error. Aunque es bueno, porque nos enseña a ser eficaces y a desarrollar aptitudes, puede llegar a ser contraproducente y convertirse en el antagonismo de la motivación.


En ocasiones nuestras actitudes son "defensivas" es decir, podemos llegar a obrar intentando evitar problemas. Obrar pensando en evitar conflictos no equivale siempre a hacer las cosas bien.


Se nos olvidan a menudo dos detalles que podrían convertir nuestras vidas en algo más agradable: la primera es que somos humanos, y errar es humano. Los fallos forman parte de la vida, es más, son la propia vida. Nuestros caminos confluyen gracias a nuestros aciertos, pero también a nuestros errores. Los errores nos hacen aprender, y suelen ser lecciones que dificilmente se olvidan.


El segundo detalle se resume en dos palabras: "bien hecho". Al igual que estamos obligados a corregir errores, deberíamos felicitar a alguien que ha hecho las cosas bien; se trata de un arma poderosa que sirve como incentivo y anima a seguir trabajando duro.



Gracias a todos los que hacen bien su trabajo y al que no, que no se preocupe, errare humanum est, lo importante es aprender del fallo y no repetirlo.

martes, 26 de julio de 2011

Pati y la Anestesia


Pati tiene 9 años. Esta mañana la hemos visitado antes de venir a quirófano. Pati es muy despierta, y muy inquieta. "-Es muy lista" -me dice su padre, esbozando una sonrisa.
Para mi sorpresa, cuando la saludo, me estrecha la mano:
"-Encantada" me dice.
"-Bueno Pati, soy el anestesiólogo. Vengo a ver cómo estás antes de la operación."
"-¿Me vas a hacer una anestesia general o me vas a dormir sólo el hueso?"
(La primera en la frente). "-Pues te vamos a dormir entera"
"-Y la duración?
(...)"-No mucho, de todos modos no te vas a enterar"
"-Es que he leído que puede durar dos horas"
"-¿Dónde lees esas cosas?"
"-En Internet"
(Touché) "-Bueno Pati, lo normal es que no tanto"
"-Y si no me despierto? ¿Y me va a doler? ¿Me voy a casa o duermo aquí mañana?
"Hija, deja hablar al médico, que parece que se va a operar él" Dice su padre entre risas e incomodidad."
"-Es que tengo muchas cosas que hacer!" Espeta entre indignación y convicción.
"-¿Sí? (La tesis doctoral, pienso), ¿Qué tienes que hacer?"
"Pues... jugar"

Bendita inocencia...

lunes, 25 de julio de 2011

Escapada


Unas pedaladas a media mañana me dejaron bajo el Sol siguiendo la hilera de coches que, cual rebaño, se dirigen en verano desde la ciudad a sus apartamentos de retiro. Una maraña de humo, calor y sequedad intentaba retenerme por la espalda a cada metro que recorría en la dirección contraria. Un lamento ronco de motores en plena efervescencia se desvanecía tras de mí... y poco a poco se fue haciendo el silencio, sólo roto por el ronroneo de las hojas de los árboles al sentir las caricias del viento.
A media hora del hogar encontré mi otra casa, en la que las monotonías, las rutinas, el estrés y el insomnio tienen la puerta cerrada. El sitio donde sólo puedes entrar si quieres descansar, relajarte y estás predispuesto a sonreir. Allá donde leer no quiere decir estudiar, donde arreglar algo no significa trabajar, allá donde dormir equivale a descansar...allá donde pasar frío sabe a horas de juego bajo el agua.
Tan cerca pero a veces tan lejos, las vicisitudes del día a día hacen que me olvide de que, alzando la mirada un poco, mi oasis particular está esperándome.

jueves, 21 de julio de 2011

Donde la Medicina acaba


Sigilosamente se va... los latidos se desvanecen de forma disimulada entre largas tiras planas de un electrocardiograma; el respirador da aire, pero sus pulmones lo devuelven inalterado; sus ojos están, pero su mirada hace unos instantes se marchó... la Medicina nunca vence, la Medicina a veces, sólo a veces, da una tregua antes de que todos rubriquemos la última página de nuestro libro.
Cuando llegan los momentos en que los enfermos anuncian su despedida y, honestamente, sabemos que se ha hecho todo lo posible, pocas cosas más podemos hacer que dar nuestra comprensión y apoyo a todos aquellos que pierden un trozo de sus vidas. A veces no es fácil, a veces el tiempo y las obligaciones nos apremian, a veces incluso no estamos en "nuestro mejor día", pero conceder unos minutos al silencio, al llanto, a resolver las últimas dudas de la gente y a responder preguntas es, cuanto menos, humano. Es un gesto que se agradece y reconforta, y ayuda a que todos, enfermos y familia, se marchen en paz del Hospital.
Espero no olvidarlo nunca.

martes, 19 de julio de 2011

Salud y Felicidad


"Si es que se le nota en la cara que es feliz". Cuántas veces habré escuchado esta frase...

Solemos tener la sensación de que una persona cuando se encuentra bien está mejor, no sólo en carácter, sino también en actitud; cuando las cosas nos van bien nos sentimos con ganas de hacer ejercicio, salimos más, dormimos mejor, nos enfadamos menos, tenemos una tendencia positiva hacia los pequeños detalles de la vida y aquellas cosas que antes podían enojarnos ahora nos hacen sonreir. Todo eso junto, mejora nuestras defensas, fortalece el corazón, optimiza el riego sanguíneo a todo el organismo, disminuye el colesterol y la glucosa, baja la tensión...en definitiva, ayuda a nuestra salud.

Me alegra mucho que en un informativo hayan encontrado dos minutos para hablar de algo bueno. En esta noticia un grupo de investigadores han demostrado lo que sospechábamos, que efectivamente, un estado de felicidad mantenido predispone a padecer menos enfermedades. La felicidad es salud.

Pues lo dicho, mucha felicidad para todos!

domingo, 10 de julio de 2011

Actitud


"Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida"

Pablo Ruiz, "Picasso"

La vida puede llegar a ser una cuestión de actitud. Solemos pasar buena parte de nuestra vida esperando que llegue el momento ideal para hacer algo, anhelando las condiciones perfectas para lanzarnos, y ser felices. Nos estancamos pensando que estaremos mejor cuando tengamos un trabajo mejor, más tranquilidad, cuando nos casemos, vengan los niños...luego pensamos que será mejor cuando aprobemos la oposición, en vacaciones, cuando nos juntemos con los amigos, cuando nos jubilemos o lleguen los nietos.
...y no nos damos cuenta de que el momento es ahora; la mañana que abres la ventana y ves que llueve, disfruta de un paseo bajo el agua; cuando haga sol, entretente viendo jugar a los niños en la calle; si te toca trabajar 24 horas seguidas, piensa en las anécdotas que pueden surgir o en los ratos buenos con los compañeros; si no tienes plan, créalo. Haz que pasen las cosas.

Porque la vida puede ser maravillosa...que empecéis bien la semana

domingo, 3 de julio de 2011

Sexo oral


Zutanita, 76 años. Hipertensa, diabética de regular control. Depresión. Sin otras enfermedades de interés. Artrosis de rodilla derecha. Acude a consulta para valorar manejo anestésico para colocación de prótesis de rodilla. Todo sigue su curso, cuando de repente...
-"... enséñeme el tratamiento que toma a diario"
-"uy hijo, me lo he dejado en casa. Pero me lo sé. Mire, una pastilla blanca y alargada tres veces al día para el azucar y una blanca redonda otras tres veces para la tensión"
-"...ya veo... verá, es que el tratamiento es importante porque a veces hay pastillas que debemos quitar y poner otras en su lugar. ¿Le suena que la del azúcar se llame "Diamben"?"
-"Esa es. Y la de la tensión ca... ¿capoten?"
-"...Capoten. Puede ser esa. Y para la depresión ¿qué es lo que toma?"
-"Sexo oral"
(Mirada de sorpresa... cara de póker)
-"¿Perdón?"
-"Sexo oral. Por la noche."
-"SEXO ORAL"
-"Eso. Bueno, a veces si me veo mal también por la mañana, pero sólo a veces, que yo en eso del tratamiento soy muy cumplidora y me dijeron que mejor por la noche"
-"¿Quién le dijo eso?
-"Mi médica, me dijo que tomara sexo oral antes de irme a dormir, que me sentaría bien"
-"¿Y...cómo le va?"
-"No se crea. Antes tomaba el Lexatin y me iba mejor..."
-"A ver, ¿puede ser que lo que usted toma se llame Seroxat en lugar de Sexo oral?"
-"Eso, sexo oral"
(Suspiro...)

Es importante llevar el tratamiento a la consulta...

martes, 28 de junio de 2011

El tiempo y el primer amor


Lo reconozco. A veces es complicado encontrar anécdotas o noticias optimistas. Muchos días me quedo largos periodos de tiempo delante del ordenador intentando encontrar esa historia que nos haga sentir un poco mejor.
Hoy es uno de esos días en que no sale nada... pero no me rindo.
Una de las circunstancias que proporciona mi profesión es que mucha de la gente que ha orbitado en mi vida, aparece de forma puntual de nuevo durante un breve espacio de tiempo, para después continuar su camino y quizás, sólo quizás, no saber jamás de ella.
La semana pasada fui "tio". Bueno, decir tio creo que resulta bastante osado teniendo en cuenta que ninguno de los padres es de mi familia; incluso se podría decir que ninguno es amigo mio. Y aun así siento que un pequeño trozo de la historia va ligado a mi.
Ella fue esa chica que todos tenemos en la mente, ese primer hormigueo en el estómago, esa primera lágrima... ella fue ese sueño del colegio que nunca fue.
De alguna manera siempre he sabido de ella y me he alegrado sinceramente de todo lo bueno que le ha pasado. Hace unos días, cuando su madre esbozaba esa sonrisa de abuela orgullosa en el Hospital tuve esa doble sensación de envidia y alegría que se experimenta cuando le tienes cariño a alguien y le van las cosas tan bien como tus sueños marcan.
El tiempo ha pasado y todo ese hervor del primer amor pasó hace mucho. Otras personas fueron y vinieron, otras llegaron, otras no se fueron... pero el primero siempre tendrá un hueco allá donde los buenos recuerdos permanecen. Y siempre que lleguen estos momentos la nostalgia se encargará de sacarlo a relucir.
Que te vaya bien...